miércoles, 30 de octubre de 2013

Cerca del agua te quiero llevar

                Islas de Shoals, Broad Cove, Childe Hassam (1911)

Cerca del agua te quiero llevar
porque tu arrullo trascienda del mar.

Cerca del agua te quiero tener
porque te aliente un vívido ser.

Cerca del agua te quiero sentir
porque la espuma te enseñe a reír.

Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.

Cerca del agua perdida del mar
que no se puede perder ni encontrar.


Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)

viernes, 25 de octubre de 2013

Vengo de olvidarte

          Paisaje con figura, Enrique Sobich (1981)

Vengo de olvidarte...
pero llego a casa y me tropiezo contigo,
en las cosas que me miran con tus ojos,
en las pelusas del pasillo
que me enredan leves,
                                                  con tu olvido.

                Vengo de olvidarte...
y puede
que cambie de casa
y siga viniendo de olvidarte,
que cambie de cuerpo
y te siga deseando,
que cambie de vida
y te siga viviendo.

                Vengo de olvidarte.
Tiro el bolso
y se cae el pintalabios,
un beso metálico en el parquet
me recuerda la ausencia de tu boca.

 

               Con vocación de olvidarte
me muevo.
Cada minuto y centímetro
que salgo de mí misma
hago eso, insisto en ello.

                Mi obstinación es olvidarte
mi trabajo es olvidarte
mi verso es olvidarte
mi insulto es olvidarte,
mi presente y mi futuro es olvidarte.
Y vengo y voy
para olvidarte.

Me duermo y me despierto
para olvidarte.
Soy lo que soy
para olvidarte.

Me voy a otras cosas
a otras casas
a otros seres
a otras páginas.

Me voy a otros versos
a otras voces
a otros canales
a otros ríos.

Me voy, me voy, me voy
continuamente.
Y cuando vuelvo…
abro la puerta
tiro el bolso
                el pecho
                                 la careta
                                                  y el tabaco…

y sé que vengo de olvidarte.


Belén Reyes
(Ponerle un bozal al corazón, 2002) 

Moncho Otero y Rafa Mora le han puesto música y voz a este hermoso poema. Aquí podéis verlos y escucharlos, acompañados al piano por Alejandro Martínez.

lunes, 21 de octubre de 2013

Un manso río, una vereda estrecha

  Un día de junio en el bosque cerca de Lellinge, Carl Frederik Aagaard (1878)

    Un manso río, una vereda estrecha,
un campo solitario y un pinar,
y el viejo puente rústico y sencillo
completando tan grata soledad.

     ¿Qué es soledad? Para llenar el mundo
basta a veces un solo pensamiento.
Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras
el puente, el río y el pinar desiertos.

     No son nube ni flor los que enamoran;
eres tú, corazón, triste o dichoso,
ya del dolor y del placer el árbitro,
quien seca el mar y hace habitable el polo.


Rosalía de Castro
(En las orillas del Sar, 1884)

domingo, 20 de octubre de 2013

Algúns din ¡miña terra!

             Bosque, Agustín Lhardy Garrigues (1847-1918)

Algúns din ¡miña terra!
Din outros ¡meu cariño!

I este, ¡miñas lembranzas!
I aquel, ¡ou, meus amigos!
Todos sospiran, todos,
por algún ben perdido.
Eu só non digo nada,
eu só nunca sospiro,
que o meu corpo de terra
i o meu cansado esprito,
adondequer que eu vaia
               van comigo.


Rosalía de Castro
(Follas novas, 1880)

Versión al castellano de Un poema cada día

Algunos dicen ¡tierra mía!
Dicen otros ¡cariño mío!
Y este, ¡recuerdos míos!
Y aquel, ¡oh, amigos míos!
Todos suspiran, todos,
por algún bien perdido.
Solo yo no digo nada,
solo yo nunca suspiro,
que mi cuerpo de tierra
y mi cansado espíritu,
adondequiera que vaya
          van conmigo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Rima VII

     Tocando el arpa, Thérèse Schwartze (1851-1918)
     
    Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.


    ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!


    ¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «Levántate y anda»!


Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)

domingo, 13 de octubre de 2013

Digades, filha, mia filha velida

             Paisaje forestal con río, Bruno Moras (1883-1939)

–Digades, filha, mia filha velida,
por que tardastes na fontana fria?
    Os amores ei.

Digades, filha, mia filha louçana,
por que tardastes na fria fontana?
    Os amores ei.

–Tardei, mia madre, na fontana fria:
cervos do monte a augua volvian.
    Os amores ei.

Tardei, mia madre, na fria fontana:
cervos do monte volvian a augua.
    Os amores ei.

–Mentir, mia filha, mentir por amigo:
nunca vi cervo que volvess´ o rio.
    Os amores ei.

Mentir, mia filha, mentir por amado:
nunca vi cervo que volvess´o alto.
    Os amores ei.

Pero Meogo
(Siglo XIII)


Versión al castellano de Un poema cada día

–Dime, hija, mi hermosa hija,
¿por qué tardaste en la fontana fría?
    Amores tengo.

Dime, hija, mi hija lozana,
¿por qué tardaste en la fría fontana?
    Amores tengo.

–Tardé, madre mía, en la fontana fría:
los ciervos del monte el agua removían.
    Amores tengo.

Tardé, madre mía, en la fría fontana:
los ciervos del monte removían el agua.
    Amores tengo.

–Mientes, hija mía, mientes por el amigo:
nunca vi un ciervo que removiese el río.
    Amores tengo.

Mientes, hija mía, mientes por el amado:
nunca vi un ciervo que removiese en lo alto.
    Amores tengo.

martes, 8 de octubre de 2013

Vaise mio corachón de mib

            El harem, Frederick Arthur Bridgman (1847-1928)

Vaise mio corachón de mib.
¡Ya Rab!, ¿si se me tornarad?
Tan mal me dóled li-l-habib:
enfermo yed, ¿cuánd sanarad?

Anónimo
(Siglo XI)

Versión al castellano de Un poema cada día

Se me va el corazón.
¡Ay, Dios!, ¿acaso volverá?
Tanto me duele por mi amigo:
enfermo está, ¿cuándo sanará?

martes, 1 de octubre de 2013

Nire aitaren etxea


           Paisaje de Hernani, Darío de Regoyos (1857-1913)

Nire aitaren etxea
defendituko dut.
Otsoen kontra,
sikatearen kontra,
lukurreriaren kontra,
justiziaren kontra,
defenditu
eginen dut
nire aitaren etxea.
Galduko ditut
aziendak,
soloak,
pinudiak;
galduko ditut
korrituak,
errentak,
interesak,
baina nire aitaren etxea defendituko dut.
Harmak kenduko dizkidate,
eta eskuarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
eskuak ebakiko dizkidate,
eta besoarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
besorik gabe,
sorbaldik gabe,
bularrik gabe
utziko naute,
eta arimarekin defendituko dut
nire aitaren etxea.
Ni hilen naiz,
nire arima galduko da,
nire askazia galduko da,
baina nire aitaren etxeak
iraunen du
zutik.

Gabriel Aresti
(Harri eta herri, 1964)
  
La casa de mi padre

Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán
sin brazos,
sin hombros
y sin pechos,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.

(Piedra y pueblo, 1964)


[Traducción al castellano del autor]

   
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